Tras una larga estancia en Oriente Próximo y Arabia, regresó para instalarse en Sikri, en India, donde su santidad atrajo a numerosos visitantes.
Entre ellos se encontraba el emperador Akbar, que hizo construir su nueva capital, Fatehpur Sikri, en el emplazamiento de su ermita.
[6] Salim Chishti viajó durante más de veinte años por Arabia y Oriente Próximo.
Realizó varias peregrinaciones a La Meca y Medina, ciudades santas en las que vivió durante ocho años.
Diseñada por el arquitecto persa Nawab Qutb ud-Din Khan, es un edificio que contrasta con los demás del complejo palaciego en primer lugar por su modesto tamaño —mide siete metros de lado y se eleva una sola planta—; en segundo lugar, por su material, mármol blanco, mientras que los demás edificios son de arenisca roja; y en tercer lugar, por la delicadeza de su ornamentación.