Es notoria por la primera mención de un nórdico que viaja hasta el Imperio bizantino para servir como varego en la guardia imperial.
[3] El autor es desconocido, aunque a través de la evidencia del propio texto parece que probablemente haya sido escrito por una mujer.
A partir de ahí el protagonismo se centra en su bisnieto Hoskuld Dala-Kollsson y el hijo que tuvo con la esclava Melkorka, Ólafur pái Höskuldsson.
La saga tiene gran reputación por su calidad literaria, su trama consistente y la descripción de los personajes.
Una adición tardía de principios del siglo XIV, es Bolla þáttr Bollasonar, que finaliza la saga en los manuscritos.