Compaginó desde 1962 sus colaboraciones periodísticas con la actividad literaria y ejerció como profesor en varias universidades.Fue maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, creada y presidida por Gabriel García Márquez.Una biografía póstuma lo muestra como colaborador del espionaje de su país, aunque sus aportes fueran relatos periodísticos que no debían publicarse (cosa que alguna vez ocurrió y le trajo problemas).Supuestamente distorsionaba sus notas para que tuvieran un tinte literario y no siempre citaba fuentes reales.Si bien el libro de Artur Domosławski generó mucho debate, quien se sintió más damnificada fue la viuda de Kapuściński que inició tres demandas contra el autor por difundir un perfil mujeriego del periodista.