En 1830, Victor Hugo presenta Hernani en el Théâtre Français de París, que por sus elementos góticos y su énfasis en el amor natural, representan la introducción de los dramas dentro del romanticismo que se encontraba en sus inicios.
La acción se desarrolla en España a finales del siglo XVII, durante varios meses.
Pero esta voz del pueblo, enamorada de la justicia, iluminada por el amor, está atrapado entre su destino como sirviente y los planes siniestros de su amo que quiere defenestrar a la reina dando a "su lacayo por amante".
La joven esposa del rey Carlos II está aburrida, lejos de su Alemania natal.
En otro momento, le llega una carta de su esposo, el rey, que resulta ser un documento ridículo e insignificante.
Pero mientras agradecía a Dios su felicidad, don Salustio vuelve para recordarle su condición y su papel; entonces le cuenta su plan y Ruy Blas entiende que don Salustio ha montado todo este complot para ejercer la más cruel venganza sobre la reina.
Acto seguido, entra en escena don Guritán, furioso por haber sido enviado lejos y, tras descubrir el engaño, se bate a duelo con el verdadero don César, duelo que gana este último.
Kauffmann se casó clandestinamente en 1767 con un supuesto conde sueco, que resultó ser un engañoso aventurero.
[8][9][10] De esta manera, establecía al drama (referenciandolo con la muerte) como la poesía completa, ya que incluía a la oda (nacimiento) y la epopeya (agitamiento o vida), mientras que estas contenían partes de la poesía.
[9][10] Así, daba inició a la idea del drama romántico, que se enfocaría en las aventuras y desgracias de la Edad Media, en contraposición con el clasicismo, que se centraba en las grandiosas hazañas de la Antigüedad clásica.
La obra se repitió en 1841, todavía con Frédérick Lemaître en el papel de Ruy Blas.
Desde esa fecha, la obra se ha realizado más de mil veces en diversas partes del mundo.