Al despertar Boaz, ella se presenta y le indica que tiene sobre ella la ley del levirato, (Rut 3:8) que según la tradición mosaica obligaba a la viuda a casarse con un hermano del esposo difunto, para perpetuar la descendencia paterna y preservar la herencia (Levítico 25:25 - 55).
Boaz, halagado porque no hubiera pensado en un hombre más joven, acepta la propuesta, y llama a Rut una "mujer de carácter noble".
Escoge espigar, a pesar del peligro que afrontaba en el campo (Ruth 2:15) y el bajo estatus social de ese trabajo.
Barry Webb argumenta que en el libro, Ruth juega una función clave en la rehabilitación de Noemí.
En el momento crucial, aun así, "Rut abandona el intento de seducción y en cambio pide una unión permanente, legal con Booz.
[4][5] Según Moshe Sharon, la asociación del sitio con Rut es muy tardía, empezando en el siglo XIX.