Noemí

Noemí (נָעֳמִי, "dulzura" en hebreo) es un personaje bíblico del Antiguo Testamento, procedente del hebreo noam y el sufijo pronominal i-.

Las dos nueras viudas iniciaron el viaje de regreso con ella, pero Noemí les recomendó que se volvieran y se casaran en su propia tierra, pues ella misma se había hecho “demasiado vieja para llegar a pertenecer a un esposo”, de modo que no podía tener más hijos con quienes ellas pudieran casarse.

Cuando Noemí llegó a Belén, dijo a las mujeres que la saludaban: “No me llaméis Noemí, llamadme Mará "Amarga", porque el Todopoderoso me ha tratado de forma amarga”.

Este respondió con prontitud y siguió el trámite legal acostumbrado para recomprar a Noemí la propiedad de Elimélec.

Cuando les nació un hijo, las vecinas le pusieron el nombre de Obed, y dijeron: “Le ha nacido un hijo a Noemí”.