En 1979 llegó a Chile, en donde desarrolló el resto de su carrera hasta su retiro.
Militó con gran éxito en el Rangers de Talca, siendo recordado por los hinchas ranguerinos por los cinco goles que en 1983 le anotó a Colo-Colo, dos en la primera rueda del torneo, en el histórico triunfo 2-1 que los piducanos obtuvieron en el Estadio Nacional, y los tres convertidos en la segunda rueda, en un inolvidable 5-2 en el Estadio Fiscal de Talca.
[1] Debido a esto es uno de los máximos ídolos de la institución rojinegra,[2][3][4] y dadas las buenas actuaciones mencionadas anteriormente, el mismo Colo-Colo decide ficharlo para la siguiente temporada.
Su desempeño en Colo-Colo no fue el esperado, a pesar de formar un tridente en ataque junto a Carlos Caszely y Severino Vasconcelos, y el equipo albo estuvo lejos de pelear el título aquella temporada.
Después pasó por algunos clubes más del fútbol chileno, hasta su retiro en 1986.