[2][1] Miembros de la Inteligencia Naval estadounidense sospechaban que López podría ser un agente cubano, pero lo dejaron mantener su trabajo en la base.
[2][4][5][6] Estados Unidos comunicó que López había sido ejecutado por el Gobierno cubano con un tiro de pistola.
En 1948 o 1949 comenzó a trabajar nuevamente en la base, esta vez como busero (conductor de bus).
Tomó una semana adicional para que los funcionarios de la base estadounidense acordaran devolver el cuerpo.
Cuando Jackson, Szili y López llegaron a la puerta abandonada, esta se hallaba cerrada con candado.
[9] Szili dijo que cuando volvió, encontró a Jackson en estado de pánico.
El 2 de octubre, Jackson decidió que deberían enterrarlo del lado estadounidense.
[9] Finalmente pidieron ayuda a otros tres oficiales y seis conscriptos.
[6] González, la viuda de López, fue entrevistada en muchas ocasiones en los años siguientes del crimen.