El método comienza cortando los árboles y plantas leñosas en un área.
La vegetación caída, o "corte", se deja secar, generalmente justo antes de la época más lluviosa del año.
Durante la Edad Media, el campesinado preparaba la tierra mediante tala y quema para su cultivo temporal.
[3][4] La operación del terreno se realizaba de forma continua hasta que se agotaba la fertilidad de la tierra, y entonces la tierra era abandonada.
Es una práctica no sostenible ni escalable para grandes poblaciones humanas, por lo que se han propuesto algunas alternativas, como talar y carbonizar.