El raquis de la rádula está desnudo, el diente interior pleural es robusto, con el cuerpo grande y un gancho pequeño; el resto son menos robustos, erectos, con el cuerpo más pequeño y el gancho alargado y más estrecho; los vértices de los pleurae exteriores tienen dentículos estrechos.
[3] Los rinóforos, u órganos sensitivos, los utilizan para detectar señales químicas de sus presas y seguir su rastro hasta ellas.
Al menos así se ha comprobado en la especie R. pulchra, según estudios realizados al respecto, que han testado el comportamiento y las conexiones nerviosas que intervienen en el mismo.
Aunque son hermafroditas no pueden autofecundarse, por lo que necesitan, al menos, de otro individuo para procrear.
[6][7][8] Estas pequeñas babosas marinas se distribuyen por los océanos Atlántico, incluido el Mediterráneo, Índico y Pacífico.