Rosario Suárez

En 1968 ingresó como bailarina profesional en el Ballet Nacional de Cuba dirigido por Alicia y Fernando Alonso.

Entre sus maestros más destacados se encuentran: Fernando Alonso, Joaquín Banegas, José Parés, Ramona de Sáa, Karemia Moreno, Menia Martínez y Adolfo Roval.

Ha realizado los grandes roles del ballet mundial: El lago de los cisnes, Giselle, Coppellia, Las sílfides, La bella durmiente del bosque, La fille mal gardée, Diana y Acteón, Don Quijote, Grand pas de quatre...

En el 2002 creó su coreografía Cecilia Valdés que estrenó con gran éxito en el Miami Dade County Auditorium.

Sin retirarse del todo de los escenarios, Charín como es afectuosamente conocida por sus admiradores, es además una destacada profesora y conduce su labor docente en el Miami Conservatory of Ballet y The Thomas Armour Youth Ballet dirigido por Ruth Wiesen.

Ha trabajado como profesora invitada en ciudades como Cincinnati, Nueva York, Barcelona, Oslo, Lausana, Madrid.

Estuvo casada con el escritor cubano Eliseo Alberto y con el actor Jorge Luis Álvarez.

Andorra, Argentina, Australia, Bahamas, Bulgaria, Brasil, Canadá, Chile, Chechoslovakia, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, República Dominicana, Ecuador, Gran Bretaña, Francia, Grecia, Alemania, Holanda, Hungría, Italia, Japón, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Polonia, Puerto Rico, España, Suiza, Unión Soviética, Turquía, Uruguay, Yugoslavia, entre otros.

Completamente merecido fue el alto premio de Rosario Suárez, llamada con amor por el público Charin.

We are in the presence of an especially rare talent; she can only be compared to herself.

Rosario Suárez danced Myrtha like it has not been seeing in Los Angeles since the times of Danna Besgma, stelly, cold, malevolent, virtuoso, from another world.

Elle danse avec une sécurité tranquille, planes ses équilibres, développe des arabesques profondes, traverse l'espace en quelques jetés d'une hauteur impressionnante.

Un visage radieux, une aisance non feinte...elle a interprété cette valse si connue avec un esprit et un talent qui l'ont renouvelée et de telles possibilités qu'on attend avec impatience sa prise de rôle dans Le Lac des cygnes.

Con que los esfuerzos de Alicia Alonso y la escuela cubana hayan producido una bailarina así, ya es una recompensa gloriosa".

El teatro, en pie, coreó su nombre durante más de cinco minutos, lo que no se veía en La Habana desde hacía muchos años.

En esta coreografía compleja tanto en su fondo como en su forma, Charín despliega un gran abanico de sus posibilidades expresivas y realiza un impresionante trabajo.

...Un segundo bloque estuvo formado por grandes dúos clásicos a la medida de los divos.

Las lunetas del magnífico teatro García Lorca, sede central del XIII Festival Internacional de La Habana, vibraron durante los 45 minutos que se tomó Charín en recrear la vida y los sufrimientos de la heroína española Mariana Pineda.

Ella, que se eleva como un ángel sobre las puntas de sus zapatillas, supo estar bien pegada a la tierra, como la bandera que le costó la vida a Mariana Pineda, dijo el coreógrafo de la obra, el español Goyo Montero.

I must say that the Giselle's second act by Cuban National Ballet is splendid, simple the best I have seen, and Rosario Suárez meterializes out of her grave and instantly she is possessed to delirium.

Rosario Suárez y Ángel Rojas pusieron el acento español en la temperamental obra de Juan Carlos Santamaría donde convivió el zapateado con la modernidad neoclásica.

Rosario Suárez tuvo por fin una noche para ella y aprovechó la ocasión para demostrar toda la grandeza que tienen la danza y ella, haciendo una Giselle que no se podrá borrar del recuerdo.

These are artists who - for whatever reasons political, geographic, aesthetic or just plain human - have cultivated both an intesity of emotional expression, a precisión of technique and a musical acuteness that reanimates the classiscs.

Not surprisingly, the Guzman audience responded repeatedly with bravos and choruses of rhythmic clapping.

Cuocolo y Candeloro no se equivocaron al escoger a Rosario Suárez para encarnar la evocación de la rusa.

[7] El entrenamiento de Rosario Suárez en la pantomima se hace evidente en la precisión con que logra transformarse en una niña --cuya ligereza y picardía remiten a la Lisette de La fille mal gardée--, en una seductora mujer o en una anciana devastada.

La musa y el escudero, con el bailaor Ángel Rojas, coreografía de Juan Carlos Santamaría.

Abilio Estévez en El navegante dormido, Colección Andanzas, Tusquets Editores, pág 234 ( ISBN 978-84-8383-068-0 ) ...A veces, se llegaba al teatro García Lorca para alguna función de ballet, porqué aunque últimamente le aburría el ballet, había descubierto a una bailarina principal, muy joven, llamada Rosario Suárez.

La había visto por primera vez en el personaje de Moyna, en el segundo acto de Giselle, y supo que una bailarina con aquella fuerza y encanto podía convertirse un día en una revelación... Eliseo Alberto en Dos cubalibres: nadie quiere más a Cuba (2004, Península).

La Habana, París, Tokio, Moscú, Madrid, Nueva York, Miami la colmaron de tulipanes.