Allí vence al gigante Fulmigadán y se enamora de Armacia, hija del emperador.
La reina, enfurecida, planea su muerte, pero él logra vencer a sus hombres y escapar.
El emperador Falanzar, califa de Siconia, e Idalcán, emperador de Malí, deciden formar una gran alianza para hacer la guerra al Imperio Griego y sus aliados, para lo cual planean marchar sobre Etiopía.
Se acuerda efectuar un combate de cien caballeros por cada bando, que resulta sumamente violento pero en el cual finalmente vencen los cristianos.
Concluidos los festejos del caso, los reyes y príncipes cristianos emprenden el regreso a sus respectivos reinos.
En el último párrafo de la obra, Saulnier du Verdier prometió una continuación en la cual se relatarían nuevas aventuras de Rosalmundo y sus paientes, pero que nunca vio la luz.