El uso del compresor en el Kestrel para vuelos a baja altura junto con muchas otras mejoras en el diseño mejoraron la relación peso/potencia considerablemente, y era opinión generalizada que el resultado, el Peregrine, se convertiría en el motor estándar para los aviones caza en la próxima guerra.
Dos Peregrine unidos en un cigüeñal común a ambos produciría el Rolls Royce Vulture, un motor X24 de 1700 hp que sería usado en bombarderos.
El proyecto interno para "cubrir el bache" entre el Peregrine y el Vulture resultó en el Rolls Royce Merlin.
Por esta razón, el Peregrine tuvo poco uso, y fue cancelado luego que se produjeran solo 300 ejemplares.
Al tener el Merlin mayor prioridad, el poco confiable Peregrine fue abandonado, y su producción cesó en 1940.