Wagner fue extraditado hacia Alemania Occidental y en 1985 recibió dos cadenas perpetuas por homicidio.
Su sentencia se extendió porque otro miembro de la RAF, Werner Lotze, hizo una declaración implicando a Wagner en el ataque contra el General Haig, siendo sentenciado a 12 años más de prisión.
[6] El 10 de diciembre de 2003, el Presidente Johannes Rau perdonó a Wagner, quien tenía 59 años y estaba delicado de salud.
Wagner causó controversia nuevamente en octubre de 2007 hizo una declaración acerca de sus crímenes anteriores;[7] En retrospectiva, muchas de nuestras decisiones se ven correctas incluso hoy día.
Tomen, por ejemplo, la decisión del secuestro de Hanns Martin Schleyer.