[1] Tuvo una intensa relación profesional con España donde introdujo nuevas técnicas anestésicas como la intubación endotraqueal.
[2] Así mismo, su estancia en España le inspiró para la creación del vaporizador de Oxford.
[4] A su llegada a San Sebastián, Eatsman se encontró con las mismas lesiones producidas en la Primera Guerra Mundial y que describía en una entrevista en el periódico New York Times: " Había tantas caras mutiladas en el ejército rebelde como había en el ejército británico al final de la Primera Guerra Mundial.
[5] Los únicos fármacos disponibles en España eran el éter, el cloruro de etilo, el cloroformo, y el evipán.
[1] Durante su estancia en San Sebastián diseñó el Vaporizador de Oxford, que tuvo gran difusión en los años venideros.