Rineke Dijkstra

[1]​ Su primera exposición individual tuvo lugar en la Galería De Moor en Ámsterdam en 1984.

Un año clave en la trayectoria artística de Dijkstra es 1991, cuando realiza un autorretrato en una piscina.

El estado emocional que la artista reflejó en esa obra le sirvió de orientación a la hora de enfocar su carrera creativa.

Tomando referencias de los maestros del retrato holandés y flamenco de los siglos XVII y XVIII, de los fotógrafos Diane Arbus y August Sander, y agregando su estilo personal, su obra supone una nueva representación del ser humano en sentido clásico, al realizar una distanciada y aparentemente objetiva interpretación de la imagen.

Dijkstra es, ante todo una retratista, que documenta en retratos radicalmente clásicos, con composiciones austeras y puntos de vista casi idénticos, momentos de tránsito, como pueden ser la adolescencia o la maternidad.