Ribera de Molina aparece en el antiguo camino romano que unía Alicante con Lorca, aunque la zona no estuvo habitada hasta el siglo XVIII.
El último domingo de abril la patrona, la Virgen del Amor Hermoso', recorre en procesión la pedanía visitando todos los hogares.
Los árboles frutales, las hortalizas o las patatas han sido los cultivos predominantes en los paisajes de esta pedanía.
En la zona del campo aparecen olivos, paleras y diversos matorrales mediterráneos, como el tomillo.
Entre sus platos más característicos, destacan el pisto huertano (berenjenas, pimiento, cebolla, tomate), el zarangollo (calabacín, cebolla y huevo), patatas a lo pobre, habas o acelgas fritas, tortilla de ajos tiernos, michirones y los pimientos del piquillo rellenos de bacalao.
Además permite la mezcla entre el mar y la tierra que resulta tan nutritiva como atractiva.
Las Fiestas del Sagrado Corazón señalan en el calendario una de las fechas más significativas para los ribereños.
Cada año la singular Fiesta del Agua concita a multitud de curiosos y participantes, especialmente cuando aprieta el calor estival.
Se celebraban tradicionalmente en octubre o noviembre cuando sus vecinos, agricultores de profesión la gran mayoría, tenían menos faenas en la huerta.
Los ribereños, por su parte, participan activamente en los desfiles, pues son ellos mismos los que se disfrazan y organizan las tradicionales carrozas.