Rhaegar Targaryen

Rhaegar era descrito en la obra como el prototipo del perfecto príncipe: muy atractivo y galante, aunque con un espíritu melancólico.

Se afirma en la obra que su mayor pasatiempo era la lectura, sobre todo leía compulsivamente acerca de una misteriosa profecía.

Rhaegar se convertiría en un habilidoso guerrero, distinguiéndose en las justas, aunque nunca mostró la misma pasión por la caballería que por la música o la lectura.

Rhaegar poseía también un carácter melancólico y solitario, teniendo unos pocos amigos cercanos, entre ellos, Jon Connington o el Guardia Real Ser Arthur Dayne.

La locura del rey Aerys había ido incrementándose; vivía encerrado en la Fortaleza Roja y se decía que no confiaba en nadie.

En el 279 se celebró un torneo en Harrenhal, rumoreándose que patrocinado por Rhaegar como una forma de recabar apoyos contra su padre.

Este derribó a Rhaegar y le aplastó el pecho con su maza, matando al joven príncipe.

El rey Robert Baratheon hace alusión en varios capítulos de Juego de Tronos que aún guarda rencor hacia Rhaegar, y que su muerte en sus manos en la Batalla del Tridente no hizo que le devolvieran a Lyanna En Choque de Reyes, Daenerys experimenta una visión en la Casa de los Eternos donde ve a Rhaegar junto a su esposa Elia; en ella discuten el futuro que le aguarda al recién nacido Aegon.

Antes de irse, le dijo a Jaime que cuando regresara convocaría un Consejo para realizar importantes cambios en la Corte.