Por otra parte, había que prestar atención al argentino Delfo Cabrera, último campeón olímpico, aunque luego se sabría que participó en malas condiciones físicas debido a una fuerte afección hepática.
Pero Peters le impuso a su paso, un ritmo excesivamente veloz, que lo mantuvo al frente, pero minaría decisivamente su integridad física, hacía la mitad de la carrera.
Faltando cuatro kilómetros Peters debió abandonar completamente agotado y acalambrado, pasando Gorno al tercer lugar, pero muy alejado de los dos punteros.
Poco después llegaron Choi Yun-Chil, Veikko Karvonen y Delfo Cabrera, separados por apenas seis segundos, los tres con diploma olímpico.
Zátopek esperó a Gorno en la llegada, para felicitarlo y compartir con él una naranja.
Ya retirado del deporte activo, Reinaldo se desempeñó como empleado público en la municipalidad de Quilmes.