Según la leyenda, un «rey de las ratas» aparecería cuando un cierto número de ratas que conviven en recintos de pequeñas dimensiones pueden quedar entrelazados y atados irremediablemente entre sí, debido a la sangre o a los excrementos o a la suciedad reseca que se impregna en los rabos, formando un nudo imposible de deshacer.
Los animales así enlazados pueden vivir y crecer juntos.
Sin embargo, la conducta natural de las ratas, que normalmente buscan su propia comodidad, contradice esta teoría.
Existen descripciones muy escasas del fenómeno ya en el siglo XX y se explica que en parte es debido a las mejoras en la higiene en las casas y al desplazamiento de las ratas a otros hábitats.
Las personas en la antigüedad, cuando descubrían un «rey de las ratas», generalmente lo mataban rápidamente, debido en parte al miedo y a la superstición que conllevaba su repentina aparición.