La burguesía, favorecida por estas circunstancias, disfrutó de una gran prosperidad durante los últimos años del siglo XI; sus riquezas crecían, pero seguía siendo el Monasterio el que controlaba todos los aspectos políticos y legislativos de la villa, por lo que el descontento comenzó a cundir entre los habitantes de Sahagún.Los monarcas reaccionaron cargando contra Galicia en el verano de 1110, aunque los desacuerdos entre ellos provocaron el que cada uno volviera por separado de la campaña y Urraca se refugiase en Sahagún, donde el arzobispo Bernardo le hizo entrega de la notificación papal que anulaba su matrimonio con Alfonso por consanguinidad, tras lo que partió hacia León.Mientras tanto, las tropas aragonesas procedentes de Galicia habían llegado a Sahagún, y los burgueses de la villa pidieron su ayuda contra el abad don Diego, consiguiendo poner en fuga al abad, que tuvo que refugiarse en la iglesia.De hecho, en una ocasión en que el abad don Diego se encontraba en Grajal, a escasos kilómetros de Sahagún, éste tuvo que salir huyendo para salvar la vida, permaneciendo oculto durante varios meses.Sin embargo, a finales de 1111, se producen nuevos enfrentamientos en la villa, esta vez entre burgueses y labradores.Y poco después, tras mantener una entrevista con los rebeldes, la reina Urraca consiguió restablecer la paz en la villa, concluyendo la primera revuelta burguesa.A la muerte de Fernando III en 1252, le sucedió su hijo Alfonso X, y los amotinados fueron puestos en libertad en 1245.