Hong Kong Hong Kong Las protestas en Hong Kong (en chino: 2014年9月至10月香港示威), llamadas también por la prensa occidental Revolución de los Paraguas[nota 1] (遮打革命, Zhē dǎ gémìng) o Primavera Asiática,[2][3] comenzaron el 22 de septiembre de 2014, con una movilización organizada por el movimiento Occupy Central with Love and Peace y el consejo estudiantil Scholarism.
En la actualidad este congreso solo permite votar a dos o tres candidatos seleccionados por un comité compuesto por 1200 personas con capacidad de elección, en su mayoría afines a los criterios de la política del Gobierno chino.
Este estatus permite que el gobierno regional, cuyo máximo mandatario es un representante ejecutivo, pueda promulgar sus propias leyes orgánicas.
Esto fue visto por algunos grupos, como el movimiento estudiantil Scholarism o el movimiento Occupy Central with Love and Peace, como un intento de limitar los candidatos a personas afines al régimen chino, al tiempo que criticaban que dicho comité estaba formado solo por sus partidarios.
En ese momento, las fuerzas del orden empezaron a disparar gas lacrimógeno contra los manifestantes, que rápidamente distribuyeron máscaras y botellas de agua entre ellos.
No obstante, el uso del gas sobre manifestantes desarmados y aparentemente pacíficos provocó que más ciudadanos se unieran al movimiento, ocupando las áreas comerciales de Causeway Bay y Mong Kok.
[44] El ministerio exterior del Reino Unido ha publicado una declaración que expresa “su preocupación sobre la situación en Hong Kong” y está “monitorizando el evento con cuidado”.
En la reunión, Obama expresó que los Estados Unidos está siguiendo el desarrollo de las protestas en Hong Kong.
[51] El miércoles anterior, el secretario de los Estados Unidos John Kerry, había hablado junto a Wang.
El Tribunal de Kowloon Oeste encontró a Benny Tai, Chan Kin Man, Chu Yiu Ming, Tanya Chan, Shiu Ka Chun, Raphael Wong, Tommy Cheung, Eason Chung y Lee Wing Tat culpables de delitos como «causar disturbios a través de la obstrucción ilícita de lugares públicos» e «incitar y movilizar a manifestantes» a alterar el orden público cuando comenzaron las protestas, que duraron 79 días.