En 1890, la recién creada Unión Cívica, dirigida por Leandro Alem y Bartolomé Mitre, organizó una insurrección armada, la Revolución del 90, que terminó derrotada pero llevó a la renuncia del entonces presidente Miguel Juárez Celman y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Pellegrini.
Pellegrini decretó el estado de sitio y detuvo a los principales líderes radicales, entre ellos Leandro Alem.
En esas condiciones represivas y sin la participación de la Unión Cívica Radical, se realizaron las elecciones del 10 de abril en las que resultó elegido presidente el candidato oficialista Luis Sáenz Peña por el Partido Autonomista Nacional.
Una vez liberados los líderes radicales, y ante la evidencia de que el gobierno nacional volvería a impedir por todos los medios su acceso al poder mediante elecciones, la Unión Cívica Radical comenzó a reorganizarse y preparar un nuevo levantamiento armado.
La Revolución se preparó entre Hipólito Yrigoyen y Aristóbulo del Valle a espaldas de Alem.
El día 8 de agosto tomó la capital e instaló como gobernador provisorio a Juan Carlos Belgrano.
[5][6] Cuando ya se celebraba el triunfo de la revolución, sus dirigentes cometen errores que la llevaron a la derrota.
El segundo error se produjo cuando Hipolíto Yrigoyen liberó a Carlos Pellegrini, uno de los líderes clave del autonomismo oficialista, que había sido apresado en Haedo por los revolucionarios.
Una vez liberado, Pellegrini se dirigió a la capital y reorganizó las fuerzas del oficialismo.
Leandro Alem, considerando que la revolución, lejos de estar vencida, esperaba un levantamiento masivo, decidió iniciarlo desde Rosario.
El 7 de septiembre el comandante radical Bello sublevó sus tropas en Tucumán e impuso un gobierno revolucionario al mando del Eugenio Méndez.
En el puerto de Rosario, el buque "ARA Los Andes" de la Armada, al mando del teniente de fragata Gerardo Valotta se plegó a la revolución y participó en el Combate naval del Espinillo donde se enfrentó al Capitán Manuel José García Mansilla, lo mismo hizo la torpedera Murature en el Tigre, que fue destruida por las tropas leales al gobierno.
El buque revolucionario Los Andes, al mando del teniente de fragata Gerardo Valotta, salió a enfrentar los buques que traían el ejército leal por el río Paraná; en el combate naval de El Espinillo fue vencido por el acorazado Independencia y la cañonera Coronel Espora.
[8] Alem decidió entonces no combatir y permitir que las tropas del gobierno reconquistaran Rosario.