El primer Consejo de Administración del periódico estuvo integrado por: Dr. Alonso Patrón Espadas, presidente; abogado Rodolfo Menéndez Mena, vicepresidente; abogado Joaquín Patrón Villamil, secretario; Arturo Ponce Cámara, propietario de la Cervecería Yucateca, vocal primero; Dr. Alberto Correa Aloy, segundo; Dr. Rafael Romero, tercero, y Carlos R. Menéndez, tesorero, gerente y director editorial.
Cuando llegan los gobiernos locales subsecuentes, ya triunfante el ejército constitucionalista, las dificultades para el periódico y su director continúan.
Carlos R. Menéndez y el entonces secretario del consejo Felipe Carrillo Puerto tuvieron entonces que huir, para evitar ser apresados nuevamente, en la sentina de un barco que zarpó desde el puerto de Progreso, hacía Nueva Orleans en los Estados Unidos.
Todo hace crisis cuando, tras el artero fusilamiento de Felipe Carrillo Puerto, por las sedicentes fuerzas delahuertistas, en 1924, una turbamulta ataca, incendia y destruye el periódico.
[1] En 1925, pero ya con otro nombre, el Diario de Yucatán, volvería el periodista Menéndez a incursionar en su actividad informativa, logrando en esta ocasión perdurar.