Se desconocen sus causas, aunque la patogenia de la enfermedad hace pensar que pueda estar relacionada con la gota o que sea un primer episodio de artritis reumatoide.
Aparecen episodios breves, generalmente inferiores a una semana, de inflamación, edema y dolor articular.
Suele ser monoarticular, y afecta más a pequeñas articulaciones.
El tratamiento debe ser inmediato, con metotrexato y antipalúdicos (cloroquina o hidroxicloroquina).
Un tratamiento adecuado puede evitar la progresión a artritis reumatoide.