Solo más tarde el trabajo se asoció con el doble retrato de Arnolfini y su esposa.
Luce chaperon rojo con cornette atado a la cabeza, y el patte colgando detrás.
Como era habitual entonces, aparece con exacto realismo, sin el menor intento de suavizar u ocultar imperfecciones faciales.
Los brazos cruzados de Arnolfini se habrían apoyado en el marco original, ahora perdido.
Durante muchos años los dos trabajos no fueron asociados, y la identidad del retratado era desconocida.