Esta característica es muy importante porque permite que los árboles recarguen los mantos acuíferos y que la energía eléctrica de las presas La Angostura, Chicoasén y Mal Paso trabajen de forma óptima para servicio de todo el país.
Este bosque, también llamado mesófilo, ha perdido más del 90% de su superficie original y hoy en día es el tipo de ecosistema más amenazado en todo el planeta; sus árboles, mamíferos, aves, reptiles, plantas y flores corren peligro de desaparecer para siempre.
Este ecosistema, como cualquier otro, es vulnerable a los fenómenos naturales como las tormentas tropicales, los incendios forestales o los huracanes -como Stan que pegó en octubre de 2005 y acabó con mucha vida en esta zona-, los cuales pueden causar desastres ecológicos.
Si a ello le sumamos la mano del hombre y el mal uso que le da al suelo mediante actividades como la ganadería y agricultura, entonces el peligro que corre El Triunfo es aún mayor.
Por fortuna, actualmente existen muchas personas interesadas en proteger este ecosistema, único en su tipo, así como asociaciones civiles que con el paso del tiempo idean más y más proyectos para su conservación.