En las colonias hermafroditas se producen gametos masculinos y femeninos, a diferencia de las colonias gonocóricas, en las que únicamente se produce un tipo de gameto, sea masculino o femenino.
Se considera que, entre estos organismos, los hermafroditas suelen ser liberadores; y los gonocóricos, incubadores.
Por ejemplo, el coral Stylophora pistillata presenta un mecanismo conocido como protandria[1] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)., que consiste en el caso del coral en el que, las colonias más jóvenes y de menor tamaño producen gametos masculinos, pero cuando aumentan su tamaño empiezan a producir gametos femeninos.
Otro caso interesante es el del coral Galaxea fascicularis, cuya estrategia se conoce como pseudogonocorismo: las colonias tienen sexo diferenciado, y la emisión de los individuos masculinos consiste en esperma y huevos inviables cuya función es darle flotabilidad a ese esperma (Baird, Guest et al., 2009).
Esta suerte de saco, por el cambio de presión, se rompe cuando sube a la superficie, y en ese momento los gametos se dispersan en el agua debido a las corrientes y al oleaje.