[8] La mayor parte de la región que formaría el Estado albanés estaba ocupada por los griegos en el sur y por los serbios en el norte.
El resto de la comunidad ortodoxa era bilingüe: hablaba patois albanés en casa y había sido educado solamente en griego.
Además, expresaron un fuerte sentimiento pro-griego y fueron los primeros que apoyaron el posterior movimiento autonomista.
[11] Considerando estas condiciones, la lealtad en el Epiro del Norte al gobierno albanés, comandado por una variedad en competencia de líderes exclusivamente musulmanes, no podía ser garantizada.
[12] El concepto de un Estado albanés independiente fue apoyada por las grandes potencias europeas, especialmente, por Austria-Hungría e Italia.