Por entonces empieza a dar señales de cierto trastorno psíquico, al pensar que su mujer le esconde los papeles.
Colaboró en Las Dominicales del Libre Pensamiento y recopiló algunos de sus artículos periodísticos en el volumen Una cuestión grave, los ferrocarriles españoles (1884).
Su protagonista, Matilde, comete varios asesinatos cuando descubre al recibir un anónimo que su marido se entiende con su mejor amiga.
Cecilia introdujo al alienista Jaime Vera con un falso nombre en su casa para que este certificase la locura de Remigio.
Confinado en el manicomio en octubre de ese mismo año, el doctor Esquerdo (que desconocía el encierro del escritor) le dio un alta provisional.
Otra vez en la calle, Remigio descubre que su familia le ha abandonado y ha perdido la custodia de sus hijos.