Vivió en un ambiente culturalmente estimulante, continuamente rodeado por artistas que frecuentaban la casa de sus padres.Su amor por la naturaleza lo llevó a emplear mucho tiempo en una reserva natural, ubicada cerca del Jardin des Plantes en París y en el zoo de Amberes donde estudiaba las características y las costumbres de los animales exóticos.Sus esculturas de animales como elefantes, panteras y leones se hicieron muy populares, tanto que constituyen su obra más preciada.Rembrandt Bugatti se ofreció como voluntario médico al estallar la Primera Guerra Mundial en un hospital militar en Amberes, una experiencia que desató en él una depresión, agravada por problemas financieros derivados de no poder dedicarse a su actividad artística.Sus obras aún tienen un gran valor; se cree que un bronce suyo, de 1909 a 1910, el Babouin Sacré Hamadryas (que representa un babuino), fue vendido en una subasta por 2,56 millones de dólares.