Los relieves, cinco en total, fueron realizados por Castro Canseco entre 1700 y 1702 para la Capilla del Santo Cristo, en el extremo norte de la catedral.
Ya desde 1698 el artista solía colaborar con escultores como Pedro Ribeiro, Manuel Dionisio y Francisco Ribela, aunque los relieves fueron al parecer elaborados en su totalidad por Canseco,[1]: p. 86 si bien es posible que algunos de deban a su taller en todo o en parte.
Sumado a lo anterior, en Italia se conservan varias placas con idéntica iconografía, por lo que el modelo debió difundirse mediante grabados.
La Oración en el Huerto muestra a Jesús siendo confortado por un ángel hacia quien extiende el brazo para tomar un cáliz mientras reza en el Monte de los Olivos, consciente del destino que le aguarda.
86 Respecto a los dos relieves restantes, la escena de la Invención de la Santa Cruz se encuentra emplazada sobre la Flagelación y en ella se evoca la leyenda que afirma que Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró la Vera Cruz.