Así nació la veneración de Olaf como mártir y santo cristiano.Aún en la actualidad, esa celebración se mantiene en muchos templos protestantes noruegos.También se hacía en aras de encontrar alivio y curación para las enfermedades.Antiguamente, los reyes de Noruega eran nombrados en el Øreting, una asamblea celebrada en la desembocadura del río Nidelven.Esa tradición nació con el primer rey de Noruega, Harald Cabellera Hermosa.El antiguo cofre de madera fue colocado en este nuevo relicario.Erik Walkendorf, arzobispo de 1510 a 1522, dispuso colocar una valiosa gema en un extremo del sepulcro.Con las excavaciones en Steinvikholmen en la década de 1880 se descubrieron varios objetos antiguos.Entre ellos se encontró una piedra preciosa labrada, con forma redondeada, similar a las gemas que solían colocarse en los relicarios en la Edad Media.
Imagen de San Olaf en la Iglesia de Austevoll,
Hordaland
, Noruega (obra aproximadamente de 1450).