Según Luís Obelleiro, este mismo autor publicará un artículo en La Región Gallega en el que definía a Galicia como una nación, la cual constituía una de las regiones que integraban el territorio del Estado español.
Esta corriente defendía una visión idealizada y utópica, bucólica e idílica, con la finalidad de contestar los tópicos irreales que sobre Galicia inventaron los castellanos en siglos anteriores.
Apuntan historiadores como Xusto Beramendi o Luís Obelleiro tres corrientes diferentes y contradictorias dentro del movimiento regionalista.
El regionalismo realizó una gran labor política de transición entre el provincialismo y el nacionalismo.
De todos modos, el camino para el posterior nacionalismo gallego ya estaba preparado.