Calabria (en siciliano: Calàbbria; en grecocalabrés: Calavría; en griego: Καλαβρíα; en albanés: Kalabria; es la antigua Brucio romana) es una de las veinte regiones que conforman la República Italiana.En particular, la época griega representa un período de gran esplendor para Calabria, con la fundación, a partir del siglo VIII a. C., de importantes polis italiotas que durante siglos se mantendrán entre las más ricas y culturalmente avanzadas de su tiempo, constituyendo posteriormente el fulcro del territorio rebautizado Magna Grecia en la época romana.Deriva de la frase griega Kalon-brion (Hago – surgir el– bien), los antiguos colonos griegos utilizaron tal topónimo por la fertilidad de estos territorios, sin embargo, en la época romana, el término Calabria se utilizaba principalmente para aludir a la península salentina.Los Apeninos se ramifican en dos cordones principales, uno es el de la Cadena Costera, que como su nombre lo indica toca las costas del mar Tirreno hasta el golfo de Santa Eufemia, teniendo su máxima altura en el monte Cocuzzo (1541 m s. n. m.).Después se encuentran las Sierras calabresas (Serre Calabresi) y finalmente el macizo del Aspromonte, que forma la punta más meridional de la península itálica rodeada por el mar por tres lados.El aspecto general del terreno es accidentado, salvo algunas llanuras pantanosas y una fértil franja costera.Las excepciones son el Cratis y el Neto, los ríos más largos, que desembocan ambos en el mar Jónico.También afluyen al Jónico, pero con un curso de longitud más breve, el Trionto, el Tacina y el Corace; estos últimos ríos, como por otro lado el Neto, nacen en La Sila.Los brucios establecieron las principales ciudades de Calabria, incluyendo lo que es la capital moderna, Cosenza (entonces llamada Consentia).[4] En el año 1060 los normandos, bajo el liderazgo del hermano de Roberto Guiscardo llamado Roger, establecieron una presencia en esta tierra fronteriza y organizaron un gobierno que siguió las líneas bizantinas que llevaban a cabo los magnates griegos locales de Calabria.Estas migraciones fortalecieron las zonas más despobladas del interior de Calabria.Las familias del crimen organizado de Calabria, la 'Ndrangheta, empezaron a aparecer oficialmente en las actas judiciarias en el año 1850.Hasta mediados del siglo XX, la Italia meridional estaba entre las regiones más pobres de Europa.Muchos calabreses se trasladaron a los centros industrializados del norte de Italia, el resto de Europa, Australia y el continente americano (especialmente en Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Canadá y los Estados Unidos).Otras ciudades con más de 50 000 habitantes son: Lamezia Terme (71 107), Cosenza (70 984) y Crotona (61 529).[6] Existen en la región varias centrales hidroeléctricas, así como industrias químicas y de cinc.El turismo extranjero sigue siendo bajo en comparación con otros lugares similares, pero está creciendo cada año.Las localidades costeras más populares son: Tropea, Capo Vaticano, Pizzo, Scilla, Diamante, Amantea y Soverato.Entre las ciudades culturales más importantes se destaca Cosenza, con un rico patrimonio histórico y artístico.Fortalezas, castillos, iglesias, cascos históricos y necrópolis son elementos muy frecuentes en el interior de Calabria.La cría de ganado, la silvicultura y la pesca son importantes actividades económicas.Sin embargo, con las mutadas condiciones debidas a la unificación de Italia operada por los Saboyas, Calabria se volvió una región pobre (también empezó el fenómeno de la emigración antes casi desconocido) hasta los principios del siglo XX cuando, bajo el fascismo, se introdujeron reformas económicas y sociales.En el extremo norte de Calabria presenta semejanzas con el de Nápoles y otras variedades meridionales, mientras que en el sur son muy fuertes las semejanzas con otras variedades sicilianas o meridionales extremas.[13] Desde la Antigüedad y hasta el siglo XVI, el grecanico o griego calabrés, era el idioma usual en varios municipios la Calabria Meridional, pero su área se ha ido restringiendo hasta los actuales enclaves de la Bovesia y la Grecia Salentina.Por último, la compleja lingüística tradicional se completa con el occitano, hablado por unas 2000 personas en el pequeño enclave costero de la Guardia Piamontese/La Gàrda, en el norte de Calabria sobre el Tirreno y poblado por valdenses ("valdesi"), deportados hace siglos desde las Valadas Occitanas del Piamonte y Liguria.Algunas especialidades locales son el queso caciocavallo, Cipolla rossa di Tropea (cebolla roja), Frìttuli y Curcùci (cerdo frito), regaliz (liquirizia), Lagane e Cicciari (ceci) (un plato de pasta con pichón), Pecorino Crotonese (queso de oveja) y Pignolata.Muchos productores están recuperando antiguas variedades locales de uva que se han conservado durante tres mil años.Actualmente, el equipo ubicado en lo más alto del fútbol italiano es Crotone, que milita en la Serie A.