Sometida al imperio bizantino hasta finales del siglo XI, la Calabria actual conserva muchos testimonios de arte orientalde esa época, siendo la Cattolica un buen ejemplo.
Esta expansión del espacio sirvió para destacar los frescos que recubrían originalmente por entero las paredes de la iglesia, decoraciones pictóricas a las que se le dio la tarea de descontextualizar la superficie muraria.
Sobre el ábside izquierdo se colocó una campana (de fabricación local) de 1577, que se remonta a la época cuando la iglesia fue convertida al rito latino, que representa una Virgen con el Niño en relieve y, limitada por cruces, una inscripción:
Una pieza de columna antigua en el ábside prótesis, se utilizó como una cantina para la conservación de la Eucaristía, mientras que las cuatro columnas que sostienen las cúpulas, se apoyan sobre bases diferentes, recuperadas de una época mucho más antigua (por ejemplo, una base jónica básica invertida insertado sobre un capitel corintio, o incluso un capitel jónico al revés).
No se puede excluir un posible uso de la Cattolica como oratorio musulmán, como por otra parte, es posible que las columnas pueden haber sido traídas ya cinceladas; dado que los árabes, cuyo objetivo general no era la conquista de la región, sino su saqueo, inexplicablemente no destruyeron la pequeña iglesia bizantina, sino que decidieron elevarla a lugar de culto y de oración, tal vez porque se sintieron atraídos por su belleza, y su ubicación particular.