Al mover el foco de un lejano a un objeto cercano, los ojos convergen.
El músculo ciliar se contrae haciendo al cristalino más convexo, acortando su distancia focal.
Por defecto, los rayos que provienen del infinito o que inciden paralelos sobre el ojo (en óptica se considera que provienen de una distancia mayor de cinco metros) son enfocados por el sistema de lentes (córnea y cristalino) del ojo emétrope en la mácula.
El área Brodmann 19 interpreta la acomodación y envía señales a través del núcleo de Edinger-Westphal y el tercer nervio craneal para el músculo ciliar, el músculo recto interno y (a través de las fibras parasimpáticas) el músculo del esfínter pupilar.
Al enfocar la vista, las pupilas se achican, los ojos convergen y la curvatura del cristalino aumenta.