En la colina que hoy se conoce como montaña del Príncipe Pío estuvo la huerta de la Florida.
La finca la heredó primero Leonor Moura, hija del marqués quien, al morir sin descendencia, se la dejó a su hermana, la otra hija del marqués, Juana Moura, casada con Gisberto Pío de Saboya, príncipe de San Gregorio.
La finca estaba rodeada por una sólida tapia a prueba de visitantes no deseados.
En 1831, Fernando VII cedió la montaña del Príncipe Pío a su hermano el infante Francisco de Paula que la convirtió en parque público con paseos y jardines.
Entre mediados y finales del siglo XIX se construyó en sus terrenos el barrio de Argüelles.