Fue allí donde Brown conoció a su primer mentor, el trompetista Dizzy Gillespie, para quien trabajaría durante dos años, primero con su combo (integrado, además de Gillespie, por Charlie Parker, Bud Powell y Max Roach, y después con su Big band.
Brown se casó con la cantante Ella Fitzgerald, para quien montó un trío de acompañamiento (formado por Hank Jones y Charlie Smith además del propio Brown) y para quien efectuaría labores de director musical.
Las grabaciones que Brown efectuó junto a Peterson durante la década de 1960, casi todas bajo el sello Verve, figuran aún hoy día entre los ejemplos más relevantes del Arte del Trío en el lenguaje hard-bop, y son citadas una y otra vez por historiadores y críticos como ejemplos quintaesenciales del género.
Del resto de la década, y de toda la siguiente, proceden sus colaboraciones con Billy Eckstine, Tony Bennett, Sarah Vaughan, Nancy Wilson, Milt Jackson, Quincy Jones o Frank Sinatra, su proyecto The L.A.
Junto a Charlie Mingus, Paul Chambers, Scott LaFaro u Oscar Pettiford, Ray Brown ocupa una posición destacada en la generación de bajistas de jazz que sucedieron generacionalmente a las exploraciones de Jimmy Blanton y que sentaron definitivamente las bases funcionales del contrabajo en el ámbito del jazz durante los años '40 del pasado siglo.
[1] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).