Combatió como sargento junto a José Miguel Carrera en la toma del cuartel de artillería, cuyo éxito y su valiosa participación le valió el ascenso a alférez.
Una vez liberado, escapa a Mendoza después del Desastre de Rancagua.
Desde allí fue enviado como espía a Chile, donde, luego de un tiempo, es apresado nuevamente.
Escapando de su cautiverio, lucha en Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú.
Portales, quien lo admiraba, pensó en él como intendente de Coquimbo, pero Picarte no estuvo dispuesto a transar su postura.