En 1806 se trasladó a Barcelona, donde tuvo por maestro al organista y maestro de capilla de la catedral, Carles Baguer, y a Francesc Queralt, respectivamente.Fue en Barcelona donde entró en contacto con las óperas de Cimarosa, Paisiello, Guglielmi, Paër, Mayr y Generali, experiencia que le otorgó un vasto conocimiento del repertorio, tal como reveló posteriormente su obra operística.Carnicer consiguió reunir una formación con cantantes como Angelo Cantelli, Bassi, Giulio Marco Bordogni, dirigida por el maestro y compositor Prieto Generali.Años después de restablecerse el absolutismo, estos ideales le pasaron factura.[5] En estos viajes se dio a conocer como director y compositor.La familia se tuvo que trasladar a Madrid más tarde.En cuanto al personal del teatro, exigió conocimientos musicales y amplió el número de sus miembros.Tiene dedicadas calles en Tárrega, en Santiago de Chile y otras ciudades chilenas.