El segundo día Sébastien Loeb se colocó líder y no abandonaría la posición hasta el final.
En la última etapa Solberg sufrió un golpe en su vehículo y arrancó una rueda viéndose obligado a abandonar.
[2] A partir de ahí, Loeb lideró la prueba sin forzar hasta que en el antepenúltimo tramo sufrió un pinchazo que casi le cuesta la victoria: cambió la rueda en pleno tramo en solo minuto y medio, llegando al último tramo, el Powerstage, con una ventaja de 38 segundos sobre su compañero Mikko Hirvonen.
En el último tramo Loeb marcó el mejor tiempo asegurándose la victoria y sumando tres puntos extras.
Segundo fue Latvala que terminó tercero de la general mientras que Hirvonen ocupó la segunda plaza del podio dando a Citroën el tercer doblete del año.