Durante la Segunda Guerra Mundial huyó de la invasión alemana en Noruega junto con su familia, en el año 1940.
Antes del nacimiento de su hermano menor, se suponía que ella accedería al trono en ausencia de un heredero varón, aunque esto hubiera requerido una enmienda constitucional ya que en aquel momento las mujeres no podían acceder al trono.
Su marido pertenecía a una familia de clase alta, sin embargo este matrimonio fue mal visto por la sociedad noruega.
En 2004, Ragnhild levantó polémica tras aparecer en entrevistas en la cadena televisiva noruega TV 2, donde realizó críticas a sus sobrinos los príncipes Haakon Magnus y Marta Luisa por haberse casado con ciudadanos que no pertenecían a la nobleza europea.
Posteriormente fue incinerada y enterrada en privado en la iglesia de Asker, la misma en la que se casó.