Está considerado una las principales figuras de la fotografía española de la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del XX.
El éxito de estas fotografías le lleva a hacerse con su propio estudio en el n.º 24 de la calle Real de la Alhambra,[3] donde recrea un patio nazarí en el que los turistas pueden retratarse con más comodidad y disfrazarse como príncipes granadinos.
[4] El nombre de la sociedad fue «Garzón y Señán», mientras que la galería recibió el nombre de «Patio árabe del Kadí».
[4] En ese tiempo el negocio de la galería turística creció en éxito.
De forma simultánea, ese mismo año Garzón se instala en Sevilla, en el n.º 5 de la calle Méndez Núñez, galería que personaliza imitando un patio sevillano.
Mientras que Rafael dirige la casa matriz en Granada junto a su otro hijo Daniel Garzón Herranz.
También sirvieron sus fotografías como ilustración de muchos libros españoles y extranjeros.