Cuando la radiación electromagnética (luz) pasa a través de la atmósfera, se refracta (o desvía).
El efecto es más pronunciado cuando la radiación atraviesa una larga trayectoria en una capa límite de la atmósfera.
[1][2] Esta es una técnica relativamente nueva (aplicada por primera vez en 1995) para realizar mediciones atmosféricas.
La posición relativa entre el satélite GPS y el satélite en órbita baja terrestre cambia con el tiempo, lo que permite un escaneo vertical de las capas sucesivas de la atmósfera.
[4] Estas observaciones también se pueden realizar desde un avión[5] o en altas cumbres.