Fue el primer misil balístico intercontinental,[1] desplegado durante la Guerra Fría, de 1959 a 1968.[1] Constaba de dos etapas, que en la práctica eran en realidad una etapa y media, ya que el cuerpo central monoetapa del cohete era auxiliado durante el despegue por cuatro boosters situados simétricamente, en forma de cruz, en su base.Para las maniobras y el control de trayectoria estaba equipado con otras cuatro toberas orientables, alimentadas por el mismo motor.Los misiles fueron desplegados de manera operativa en 1962 y se mantuvieron en servicio hasta 1968.[1] El R-7 está considerado un fracaso como arma, ya que solo se mantuvieron seis cohetes de manera operativa en todo momento: cuatro en Plesetsk y dos en Baikonur, en Kazajistán.Al no estar diseñados para facilitar su producción en masa, su proceso de construcción era difícil, lento y costoso.Sin embargo, el R-7 y sus diseños derivados han tenido una prolífica vida operativa en el ámbito civil.Entre 1957 y 2005 han sido los vectores utilizados para poner en órbita 1705 satélites, con tan solo 76 fracasos, lo que lo convirtió en uno de los lanzadores más seguros, con una tasa de éxito del 95,54 %.
Familia R-7.
Dibujo de un R-7 y detalle de la modificación a R-7A.