Róża Kolumba Białecka

En la mansión tenían una capilla y un capellán, normalmente jesuita.

[3]​ En 1856, Białecka conoció al maestro general de la Orden de los Predicadores, el sacerdote francés Alexandre Vincent Jandel, cuyas predicaciones le inspiraron para consagrar su vida a Dios y al servicio de los pobres.

Fundó un grupo de terciarias dominicas y en 1861 abrió la primera casa en Wielowieś.

Ella misma se encargó de fundar las casas de Bieliny, Wielkie Oczy, Tyczyn y Biała Niżna.

El 20 de diciembre de 2004, el papa Juan Pablo II la declaró venerable y, según el proceso en la Iglesia católica, se espera a un milagro, atribuido a su intercesión, para la beatificación.