Río Nuevo (Argentina)

Cantidades enormes de tierra, árboles y césped eran arrastrados por el agua”.

[2]​ Desde principios del 2000, el fenómeno avanzó a una velocidad inusitada, abriéndose paso y dejando campos partidos, cortando rutas, colapsando terrenos y destrozando los cimientos de casas vecinas.

Además, por el tipo de sedimentos que van emergiendo, en gran parte son sales que se han acumulado durante miles de años en las capas subterráneas, dejan el suelo inutilizable para cosechar.

En 2005, causó cuantiosos destrozos entre los cuales se encontraban casas, animales muertos e inundaciones en más de 200.000 hectáreas,[4]​ echando a perder cuantiosas cosechas, además de cortar vías importantes como la Ruta Nacional 7 y la Ruta Nacional 8.

[1]​ Por eso, tanto la deforestación y/o reemplazo por cultivos agrícolas han jugado un papel clave en generar la situación,[5]​ así como el uso intensivo de agroquímicos en los campos.

En la imagen se muestra una de las vertientes del Río, la vertiente "Don Julio" donde el agua del río emerge de las napas subterráneas, aunque no es apta para consumo humano .