Los bloques de piedra se estrechan hacia la parte superior, enfatizando visualmente la altura aún más.Según los experimentos de Augusto León Barandiarán se pueden escuchar las notas musicales re, la y sol cuando golpeas los agujeros.Esta, al igual que las entradas laterales, estaba cubierta con planchas de oro.[7] A través del arduo trabajo necesario para construir edificios con sillería (mampostería es piedra puesta con las manos, sillería son grandes bloques), esta forma de construcción llegó a significar el poder imperial del Inca para movilizar y dirigir la fuerza laboral local.[8] : 68–69, 75 El templo poseía muchas divinidades al interior, pero en diferentes nichos, y como principal, el Dios del Sol (Inti), representado por una figura masculina llamado Punchaocanchiq, en tamaño real hecho de oro, y en otros como la diosa Luna (Mama Quilla) representada por una figura femenina hecha en plata.Además en el patio central se encontraban vicuñas, aves, árboles, plantas como el maíz, etc, todo en tamaño real hecho de oro y plata.[10] Los colonos españoles construyeron el Convento de Santo Domingo en el sitio, demoliendo el templo y utilizando sus cimientos para la iglesia.Cerca hay un museo arqueológico subterráneo que contiene momias, textiles e ídolos sagrados del sitio.[6] Esta obra inca, en la cual quedan pocos cimientos, resistió tres terremotos (1650, 1749 y 1950) sin sufrir mayor daño, a diferencia del templo español que se hizo pedazos.Estas estructuras también se utilizaron para fines similares, incluida la observación de solsticios y constelaciones incas.Una perdiz, yutu, estaba justo debajo de la Cruz del Sur y un sapo, hamp'atu, en la parte inferior derecha.Enfocando los rayos del sol con un espejo cóncavo, el Sapa Inca encendía un fuego para el sacrificio quemado de llamas.Según Ed Krupp, "El Inca construyó el Coricancha en la confluencia porque ese lugar representaba el eje terrestre organizador del cielo".El muro del Qorikancha coronaba un sistema de andenes que bajaban hasta el río.