Quivicán

En sus inicios su desarrollo económico se sustentó en la ganadería y sus derivados junto a una diversificada agricultura de subsistencia.

Tempranamente en torno a la primitiva hacienda del mismo nombre y en el extremo oeste de la finca llamada Pedroso, junto al camino real que daba a la costa sur; fueron asentándose monteros, jornaleros, capataces, artesanos, comerciantes, entre otros, constituyendo así el primitivo asentamiento que hoy es Quivicán.

A partir del siglo XVIII las producciones de viandas, vegetales y frutos menores caracterizan la zona.

Cinco ingenios y varios trapiches se construyeron por aquel entonces, así como la vía férrea de San Agustín Mosquera.

Sin embargo también se ha presentado la tesis que pretende basarse también en vocablos aborígenes para sugerir Laja Roja o Tierra Roja, la que tiene gran peso gracias al suelo eminentemente rojizo de esta zona.

Esto también es coadyuvado por el drenaje sub-superficial e intermitente del río Quivicán, el cual ha propiciado además la formación de varias cuevas y complejos cavernosos, muchos de los que resultan inundados por las corrientes del manto freático, y en los que también se han hallado fósiles de una especie nunca antes encontrada.

Sus recursos hidráulicos de agua subterránea abarcan las cuencas Güira-Quivicán y Batabanó.

Ubicación del Municipio en la antigua Provincia de La Habana .
Iglesia Parroquial San Pedro Apóstol.
Bandera del municipio
Glorieta del parque.
Marcha de las antorchas en el municipio.
Actividad cultural en el parque central.
Vista interior de la Iglesia Parroquial.